lunes, 12 de agosto de 2013

El verano es el culpable

Desfilan por agosto cuerpos perfectos
como obras de ingeniería,
pieles de verdad para tapar otras verdades:
que nosotros es ese lugar
donde no voy a encontrarte.

Por eso me atasco en las piernas de cualquier calle
en las cremalleras tristes de cualquier noche.
Una mano conduce sin frenos
por las autopistas del deseo,
la otra te busca a tientas
en los bolsillos del desencanto.

Quisiera decirte que todos los finales eres tú
no escribir cien veces un mensaje antes de mandarlo
por acabar diciendo nada,
decirte que estoy cansado
de estrellar mi cuerpo contra tu ausencia
y que del maletero reventado de mi vida
sólo quedan cartas de amor sin entregar.

El problema no es que nada sirva.
Lo malo es que cada vez que desnudo un cuerpo
espero respuestas.

El verano es eso, una época en la que
me acostaría con muchas mujeres
pero seguiría queriendo la misma.

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